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Cómo limpiar y lubricar correctamente la cadena de tu bicicleta – Articulo de ESMTB
Limpiar y lubricar la cadena de tu bicicleta es una tarea tan cotidiana y rutinaria como importante. Una cadena en perfecto estado juega un papel fundamental a la hora de aprovechar nuestras fuerzas y alargar la vida útil de todos los elementos de la transmisión. Lubricar correctamente la cadena te ayudará a mejorar la suavidad de cambio y a ahorrar dinero a largo plazo.
La tarea de mantenimiento más simple y rutinaria en una bicicleta es la de lubricar la cadena. Es algo simple y que podemos hacer en casa, pero vital para el correcto funcionamiento de nuestra bicicleta.
Para lubricar correctamente la cadena de tu bicicleta tienes que seguir 4 simples pasos:
- Limpiar por completo la cadena
- Escoger el lubricante para cadena de bicicleta adecuado para cada situación
- Aplicar el lubricante para la cadena correctamente
- Eliminar cualquier posible exceso de lubricante
¿Por qué debo limpiar la cadena antes de lubricarla?
Aplicar lubricante sobre una cadena sucia no hará más que disminuir su efecto
Antes de lubricar la cadena es vital que la cadena esté completamente desengrasada y limpia. Solo de esta forma el lubricante podrá trabajar de forma óptima.
Una cadena sucia no solo pierde rendimiento, tal y como han demostrado varios estudios (llegando a medir pérdidas de hasta 12 vatios respecto a una cadena limpia), sino que impide que las nuevas capas de lubricante hagan su trabajo.
La suciedad crea una película que hace que al aplicar el lubricante éste no entre en contacto directo con la superficie de la cadena, contribuyendo a que esa capa de suciedad aumente sin mejorar la lubricación de la cadena.
¿Puedes aplicar lubricante a una cadena sucia? Por supuesto, pero no estarás sacando el máximo rendimiento al producto y, principalmente, lo estarás malgastando.
¿Cómo limpiar la cadena correctamente?
Un desengrasante para bicicleta no debe ser agresivo con elementos como la goma y, a ser posible, biodegradable
Para limpiar la cadena de una bicicleta no es necesario desmontarla. Necesitaremos un producto específico para ello. Un desengrasante para bicicletas será imprescindible. En nuestro caso, para este ejemplo, hemos optado por el desengrasante de Klinpig.
Hay muchos desengrasantes en el mercado. A la hora de escoger uno os recomendamos que busquéis aquellos que no sean agresivos con la pintura o elementos de goma y, a ser posible, que cuenten con una fórmula biodegradable.
La mayoría de desengrasantes para bicicleta vienen en un formato con un aplicador en spray. En caso de usarlo de esta forma os recomendamos que protejáis los discos de freno de posibles salpicaduras al aplicarlo, puesto que estos líquidos pueden llegar a contaminar las pastillas de freno.
Mientras movemos los pedales en dirección contraria a la del pedaleo podemos ir aplicando el desengrasante de la forma más homogénea posible. Tanto a la cadena como a los elementos de la transmisión que tengan suciedad (cassette, plato, roldanas del cambio…).
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La hora de lubricar la cadena, ¿cómo hacerlo?
Es mejor un lubricante con dosificador gota a gota que no en spray para asegurar que no salpica al disco de freno
Una vez con la cadena limpia llega el momento de lubricar. Para hacerlo os recomendamos un lubricante que venga con un envase de dosificación gota a gota y no en spray. El spray es más difícil de controlar y más fácil que salpique a otros elementos de la bicicleta. Como en el caso del uso del desengrasante, aquí es aún más vital que no llegue nada de lubricante a la superficie de los discos de freno. Con un envase de dosificación gota a gota lo evitaremos.
Antes de aplicar el lubricante agita bien el envase, especialmente si se trata de un lubricante a base de cera.
Aunque podemos aplicar el lubricante para la cadena por cualquier de sus caras, os recomendamos hacerlo en la cara superior por su parte baja, cuando sale de las roldanas de cambio. Esta cara de la cadena es la que está más en contacto con el resto de elementos de la transmisión.
Lo ideal es aplicar una gota en cada unión de eslabones, pero es un proceso lento y que requiere paciencia, así que si aplicas sobre la cara interna de la cadena mientras la haces girar el lubricante se irá esparciendo de forma bastante homogénea. Y en unos segundos estarás listo.
Lubricar la cadena justo antes de salir no suele ser la mejor opción
Hay dos puntos importantes a tener en cuenta después de lubricar la cadena si queremos obtener el mejor efecto posible:
- Eliminar el sobrante de lubricante en caso de habernos pasado
- Esperar a que el lubricante esté seco antes de salir a montar.
En caso de que nos hayamos pasado con la cantidad de lubricante (algo fácil de ver si el líquido gotea al suelo) lo ideal es retirar el exceso con un trapo para evitar que se acumule y atraiga más suciedad.
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Es importante saber cuando lubricar la cadena. Lo ideal es no lubricarla justo antes de salir en bici y darle tiempo para que se seque y cree una película protectora sobre la cadena. Por ello, el mejor escenario es hacerlo el día antes o justo al acabar cada salida en lugar de justo antes de empezarla.
¿Cada cuánto hay que lubricar la cadena?
Cada cuánto tenemos que lubricar la cadena dependerá del uso que le hagamos y condiciones del terreno
No hay una franja de tiempo específica a la que ceñirnos a la hora de lubricar la cadena. La durabilidad del efecto del lubricante dependerá de muchos factores. Tanto del tipo de lubricante como del terreno por el que nos movamos. La durabilidad de los lubricantes es muy variable.
En circunstancias de humedad, agua y barro la lubricación suele sufrir más y durar menos. Pero los escenarios de mucho polvo también son extremos para la cadena y su lubricación.
En general, podremos ver el estado de la lubricación de la cadena con una simple inspección visual o percibir que toca volver a lubricarla si hace ruidos en marcha.
¿Cómo escoger el lubricante de cadena ideal?
Hay importantes diferencias entre lubricantes. Unos con fórmulas más duraderas y otros con fórmulas más limpias
El sector de los lubricantes para cadenas de bicicletas es uno de los más competidos del mercado. Eso significa que las opciones son enormes y que también se ha dado una gran especialización.
Podemos dividir los lubricantes para cadenas en dos grandes grupos:
- Los que están íntegramente basados en ceras
- Los que tienen una base o elementos derivados de aceite
Es habitual que las marcas ofrezcan versiones de ambos tipos de lubricantes. Por ejemplo, hemos usado las muestras de la nueva gama de lubricantes Klinpig Pata Negra, que tiene un lubricante a base de cera (el Klinpig Pata Negra Klin) y otra con aceite (el Klinpig Pata Negra Pig).
Lubricantes de cadena a base de cera
Lubricantes a base de cera: los más limpios y pero de menor durabilidad
Los lubricantes con base de cera suelen ser más líquidos, con un secado más rápido y menos densos. Eso los hace ideales para escenarios con condiciones secas. Generan menos residuos pero también suelen tener una menor durabilidad.
Puntos positivos:
- Secado rápido
- Menor atracción de la suciedad
- Mayor facilidad para penetrar en todos los rincones por su menor densidad
- Más fáciles de limpiar
Puntos negativos:
- Menor durabilidad en condiciones de agua/barro
Lubricantes de cadena con derivados aceites
Lubricantes a base de aceite: si te mueves en zonas húmedas y de barro, es la mejor opción
Si bien los lubricantes a base de cera han ganado mucho protagonismo en el mundo del ciclismo, las versiones con componentes derivados de aceites siguen tan vigentes como siempre. Especialmente cuando buscamos una lubricación de mayor duración y resistencia a los elementos.
Puntos positivos:
- Mayor duración de su efecto de lubricación
- Mejor rendimiento en condiciones de agua-barro
Puntos negativos:
- Atraen más fácilmente la suciedad
- Son más complicados de limpiar